Por: Karol Joselyn Sepúlveda
La premura que demanda un cambio en el complejo sistema de salud que rige a la Isla es el punto de encuentro en el que convergen las visiones de varios expertos en el campo.
Los exsecretarios del Departamento de Salud Enrique Vázquez Quintana (1993), Iván González Cancel (2009), Lorenzo González Feliciano (2011); y la directora ejecutiva del Registro Demográfico y Estadísticas Vitales de Puerto Rico, Nancy Vega Ramos, compartieron hoy sus impresiones durante el foro “Pasado, presente y futuro de la salud pública en Puerto Rico” realizado en San Juan.
El encuentro, fue una actividad educativa enfocada en orientar a la comunidad médica sobre el impacto en el cambio de las leyes federales y reunió a más de 400 participantes, entre ellos médicos, proveedores de salud y facturadores, entre otros sectores, según explicó José Lázaro, vicepresidente y cofundador de Assertus.
No crecemos
La demógrafa y experta en estadísticas, Nancy Vega Ramos, comenzó su alocución presentando la dura realidad de nuestra envejecida pirámide poblacional, haciendo un análisis desde 1970 al 2010.
“La población no está creciendo, eso lo sabíamos, pero se esperaba que esto ocurriera en el 2025”, explicó la directora, al añadir que para este año ocurrirían 1,600 nacimientos menos en la Isla.
Pero el descenso en la natalidad no es el único factor, hay otras variables como la mortalidad –que se ha mantenido estable en los últimos años- y la migración.
“Pero lo más fuerte es la baja natalidad, muchas veces por la conducta de la mujer”, aseguró.
Tomando estos datos, recordó que el 16% de la población actual es de 65 años o más, lo que no catalogó como “bueno o malo”, pero sí una realidad “con la que hay que trabajar” en cuanto a los servicios de salud que requiere.
Llamó a poner especial atención a los altos índices de morbilidad en variables seleccionadas en Puerto Rico (estudio de 2013), como la prevalencia en alta presión, artritis, obesidad y desórdenes depresivos.
Al culminar, Vega Ramos mostró un mapa del sector de la salud de Puerto Rico, una “araña” con una treintena de agencias, grupos, aseguradoras y organizaciones implicadas en servicios cuyos gastos alcanzan $14,000 millones al año.
Capacidad para mejorar y ser justos
El cirujano general doctor Enrique Vázquez Quintana enfatizó que el sistema de salud de la Isla como uno que tiene “muchas esquinas que arreglar” y recordó cómo antes de 1994 “a través de los Centros de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) en los pueblos, además de los hospitales de área” se favorecía al paciente haciendo los “servicios accesibles”.
“Ningún paciente era rechazado, tenían una cubierta básica. Luego la Reforma de Salud comenzó en 1994 para 1.6 millones de usuarios a un costo de $1,200 millones y se vendieron los CDT a unos precios ridículamente bajos. Ahora el costo total va por $30 millones en 20 años”, reveló Vázquez Quintana al tiempo que recordaba que en Puerto Rico, actualmente, hay 300,000 personas que no cuentan con un seguro médico, ya sea porque no pueden costear uno privado, ni caen en los renglones de pobreza para estar cubiertos por el plan del gobierno.
Entre sus recomendaciones para abandonar la Reforma de Salud, “que no tiene incentivos pasa salir de la pobreza, sino que perpetúa la dependencia”, está eliminar el concepto de capitación (pago por paciente), abrir el Centro de Trauma de Mayagüez (que no cuenta con los médicos especialistas) y la administración de los CDT por juntas comunitarias”, entre otras.
“Es decepcionante no saber si la Reforma de Salud ha sido neutral o dañina. Tenemos que buscar la capacidad para mejorar y tener un sistema más justo. Ningún país del mundo está contento con el servicio que le brinda a sus pacientes”, concluyó.
“Aquí no están los que debieran estar”
El cirujano cardiovascular doctor Iván González Cancel manifestó su pesar por entender que aunque él y sus colegas tenían mucho que aportar sobre la situación actual del sistema de salud en Puerto Rico, el foro carecía de la participación de quienes dirigen la política pública del país.
“Si tienes un gobernante que no sabe nada de salud y está rodeado de imbéciles que saben mucho menos, la fórmula para el desastre está ahí. Puerto Rico se enfrenta a una crisis demográfica de naturaleza catastrófica, a punto de alcanzar tasas de extinción con una población envejeciente”, sentenció en tono enérgico.
Explicó que el país sostiene una mínima población joven y un enorme renglón envejecido que no paga impuestos, por lo que la quiebra del gobierno es inminente.
“El sistema de salud como lo tenemos representa una catástrofe en ciernes. Tenemos que pedirle a nuestros dirigentes que no hacen falta más comités, ni cumbres, ni marchas, ni maratones; sólo tienen que sentarse hacer lo que deben. Mi visión, lamentablemente, es un poco pesimista”, manifestó el exsecretario de Salud, quien solo estuvo 21 días en el puesto, “eso todo lo recuerdan”.
De la crisis a la transformación
La visión más optimista la ofreció el doctor Lorenzo González al recalcar que, a su juicio, “el plan de salud más efectivo de Estados Unidos está en Puerto Rico”.
Para sostener su postura explicó que en la Isla el paciente promedio tiene un costo de $175 al mes, versus en Estados Unidos, que ronda los $500 por el mismo programa.
“Si se mide el servicio a la población por esa cantidad de dinero, en Puerto Rico es más efectivo. Me distancio de que nuestro modelo sea malo, pero sí hay que mejorarlo. Sí, se puede hacer más con el dinero (que hay actualmente), y sí, necesitamos más dinero”, aseguró.
“De la crisis esperamos lo mejor, la transformación de un país, que coman mejor, que se cuiden más, tal vez obligados por la realidad económica”, añadió.
Transparencia y educación
González Cancel, Vázquez Quintana y González Feliciano entienden que la clave para un modelo de salud efectivo recae en la transparencia de los procesos y en la educación de los profesionales.
“De mi parte está que mis pacientes conozcan que tan buen médico soy, no solamente lo que hago, sino cuál es el nivel de mortalidad de mis pacientes… Aquí hay muchos doctores que trabajan seis días a la semana y ganan $80,000. A mí me pagan $4,000 por sacarle un corazón a un cuerpo, ponérselo a otra persona, cuidarlo y darle seguimiento por seis meses. Hay que tener transparencia”, exhortó.
González Feliciano, por su parte, también apeló a la transparencia en los procesos y dio como ejemplo ponderar los beneficios a largo plazo en cuanto a los planes que tengan que ver con la salud del pueblo.
“Por ejemplo, cada vez que pienso en el Hospital Cardiovascular, cuando se hizo hace 20 años, tenía vigencia entonces y sé que tuvo que haber evolucionado, pero no lo hizo. Allí también hubo la oportunidad de realizar trasplantes de riñón e hígado, pero otros (hospitales) aprovecharon”, sostuvo.
Mientras, es imperativo no dejar escapar a nuestros profesionales de la salud ya que son parte de la solución el problema para el doctor Vázquez Quintana, quien resaltó la capacidad de la clase médica puertorriqueña, “aunque muchos deciden abandonar la Isla”.